El Bugatti Veyron ya era una hazaña monumental de ingeniería, un superdeportivo cuyo desempeño fue tan maravilloso, que el presentador de Top Gear, James May, dijo que era el equivalente en automóvil al Concorde. Después de diez años de producción, el Grupo Volkswagen ha dado a conocer el sucesor del Veyron, el Bugatti Chiron.
Llamado así en honor a un centauro de la mitología griega, el Chiron está destinado a superar al Veyron en todos los sentidos. Alcanza las 261 mph usando los ajustes que lo hacen también legal para ir por cualquier calle, y unos 1,500 caballos de fuerza que lo convierten en una bestia en cadenas. Justamente en la pista es en donde Bugatti pretende romper éstas, y superar el récord de velocidad actual (271 mph) en poder del Hennessey Venom GT. Por ahora, su velocidad máxima sigue siendo un misterio para el público. Aunque el Chiron está concebido como un auto de carreras, se tiene que ser un profesional para hacerlo funcionar, ya que está diseñado para ajustar automáticamente su maquinaria según la velocidad aumente o disminuya, asegurando así un rendimiento óptimo.
El Chiron es una especie de rey entre los coches de lujo, lo cual le es muy apropiado, ya que como los reyes, sólo unos pocos podrán obtenerlo. Sólo 500 modelos se fabricaron, y cuestan unos nada despreciables $ 2.6 millones de dólares.